El aprendizaje de una segunda lengua estimula el aprendizaje de los estudiantes, desarrolla sus habilidades cognitivas y posibilita la apertura cultural y lingüística del estudiante hacia otras estructuras lingüísticas y de pensamiento. Actualmente el inglés es la lengua más usada a nivel mundial en todos los campos: científico, económico, político y social. Aprender un segundo idioma durante la primera infancia no solo ofrece a los niños y niñas la oportunidad de comenzar el aprendizaje y familiarización del idioma desde muy pequeños sino que además genera beneficios en ellos los cuales repercuten de manera muy positiva. Entre ellos se destacan los siguientes: mayor desarrollo cognitivo, mejor capacidad de comunicación, la mente se vuelve más flexible y creativa y colabora en la resolución de problemas con rapidez mental, mejor concentración y atención selectiva.
Para lograr el desarrollo de manera eficiente y eficaz tenemos estrategias pedagógicas que involucran a toda la comunidad educativa para lograrlo.